La Religión es una actividad que nos permite comprender el origen y la finalidad del mundo, la espiritualidad y la forma de actuar del hombre y de los seres en general, por tanto es importante su estudio y su práctica, ya que es una forma de conocimiento del ser humano ya que permite una vida digna al seguir siendo los discípulos de Cristo.
OBJETIVOS
- Descubrir en qué consiste la Religión y comprender su función en la historia de la humanidad
- Identificar los elementos más importantes de Jesucristo y aplicarlos en nuestra vida.
- Ser los nuevos discípulos de Jesucristo.
| BREVE RESEÑA Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús, Cristo o Jesucristo, es la figura central del cristianismo. Para la mayoría de las denominaciones cristianas, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. La fe en Jesucristo nos dice que El es verdadero Dios y verdadero hombre. No ha faltado quien e buena o mala voluntad ha tratado de negar o desconocer una u otra naturaleza. En este ejercicio nos adentraremos en las Sagradas Escrituras para verificar la humanidad de Jesús, su vida, su doctrina, sus obras. Toda la Escritura es un testimonio de fe acerca de la realidad humana de Jesucristo, por eso escudriñaremos las escrituras para identificar todo lo que fue anunciado sobre la persona de Jesús, su vida y su obra (profecías) y su cumplimiento. Revisaremos los distintos nombres usados por la Biblia para referirse al salvador con su propia teología, el énfasis particular que cada uno hace para resaltar uno u otro aspecto de su vida, su obra y su personalidad, que emerge enraizada en las diversas circunstancias de su tiempo. Leyendo los Santos Evangelios nos sorprende la variedad de nombres que se le dan a Cristo, ya sea por parte de los evangelistas o porque el mismo Cristo se los aplica a sí mismo: Camino, Verdad, Vida, Pastor, Rey, Luz, Pan, Maestro, Compañero de camino, Resurrección, Vida, Salvador, Mesías, Cordero de Dios, etc.. Esto nos demuestra la riqueza inmensa que encierra el corazón de Cristo. Acerquémonos, pues, al Evangelio para descubrir la hondura y profundidad de su Amor. Los milagros son la garantía y la confirmación de su palabra y predicación, pues predicación y obras van íntimamente unidas. Además, los milagros son signos inequívocos de la llegada del Reino y manifiestan el dominio que Él tiene sobre todos los seres de la creación: sobre los espíritus, los hombres y los seres irracionales. Antes de realizar el milagro Cristo pide fe y humildad. Con los milagros, Jesús busca la conversión y la vuelta a Dios. La resurrección gloriosa de Jesucristo es un hecho único en la historia, es un acontecimiento realizado en este mundo pero que “no es de este mundo”, es un acto exclusivo de Dios. A diferencia de la resurrección de Lázaro, que fue la reanimación de un cadáver, la de Jesús es el paso a una vida “absolutamente nueva”, es una realidad indescriptible. De ahí que las escrituras no busquen explicar el cómo resucitó el Señor, sino la realidad de su Nueva condición Gloriosa, quieren explicar que la Resurrección es la confirmación por parte de Dios del mensaje predicado por Jesús, la consecuencia de su vida, su comportamiento, su entrega, es decir, que su muerte no fue un fracaso sino que tiene un carácter SALVÍFICO; Dios hace partícipe, en la misma humanidad de Jesús, de su “Gloria y Trascendencia”; en otras palabras, la misma muerte de Jesús tenía, en cierta forma incluida la resurrección, la gloriosa ascensión y la exaltación a la derecha del Padre. Por ello cuando se habla de misterio Pascual no se puede separar la muerte de la resurrección ni de la exaltación.
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